-El acusado se dirige al juez.
– De ninguna manera caballero, pues incurriría en injuria…
– ¿Y si a pesar de esto, se lo digo……?
– ¡Pues, puedo mandarlo a la cárcel!
-El acusado medita, sin duda alguna reflexionando en sus palabras y continúa..
– Pero, ¿Puedo decirle suegra a una Vaca?
– Pues claro.. Nada ni nadie se lo prohíbe…
-Entonces el reo se dirige a la denunciante y haciéndole una reverencia le dice:
– Buenas tardes mi querida suegra….