Limosnero en la iglesia
Un cura estaba limpiando el altar en su iglesia cuando entra un hombre con cara de asombro y se queda plantado delante de la estatua del Santo Padre con la mano extendida.
El cura, entre preocupado e indignado, sigue con sus quehaceres sin quitar el ojo al molesto personaje, y así pasa el tiempo.
Al cabo de una hora el hombre con gesto de enfado susurra a la estatua:
– Por favor, date prisa que llego tarde.
El cura no puede más y totalmente enfadado increpa al hombre:
– Pero desdichado, ¿Qué estás haciendo?
A lo que el hombre responde:
– Mire, a mí déjeme en paz, yo lo único que hice fue dar una limosna al pobre de la entrada y él me respondió: Dios se lo pagará, y a eso vengo.
Chistes religiosos:
- Aquí huele a ron
- Inscripción del hijo
- Frailes paracaidistas
- Convento de clausura
- Cardenal cena familiar
- Hombre persignándose