Setas envenenadas
– He oído que te acabas de casar.
– Si, por cuarta vez.
– ¿Qué les ocurrió a tus anteriores mujeres?
– Todas murieron, tío.
– ¿Cómo ocurrió?
– Mi primera mujer comió setas envenenadas.
– Terrible! Y la segunda?
– Comió setas envenenadas.
– Y la tercera, ¿también comió setas envenenadas?
– Oh, no, se rompió el cuello.
– Entiendo: un accidente.
– No exactamente; no quiso comer setas.
Chistes buenos:
- Bebe probeta
- ¿Está el patrón?
- Compra del auto
- Servicio funerario
- Entierro del amigo
- Problemas con orugas