Esto es un tío que viene en su coche, después de correrse una juerga que para que te cuento y con un olor a licor bastante considerable.
De repente le paran una pareja de la guardia civil.
– Buenas noches.
Estamos haciendo un control de alcoholemia.
Haga el favor y sople por este aparato.
El borracho, a trancas y barrancas, consigue meterse el tubito y consigue soplar.
Le devuelve el aparato y el agente al ver los resultados exclama escandalizado:
-Mire, ¿no le da vergüenza? Ha dado 5,3.
Y el borracho exclama:
-¡Coño! ¡ Las 5 y media, mi mujer me va a matar¡