Rubias en un bar
Un hombre ciego entra en un «bar de chicas» por equivocación.
Se las apaña para llegar hasta la barra y pide una copa, y tras estar un rato sentado en la tabureta le grita al camarero:
– Eh, tú, te gustaría oír un buen chiste de rubias?
Inmediatamente se hace un silencio total en el bar y con una grave, profunda y áspera voz, la mujer que esta sentada junto a el le dice:
– Antes de que cuente ese chiste, señor, y en atención a su minusvalía física que le impide ver, creo que lo justo es que le advierta de cinco cosillas:
- Que la camarera es rubia.
- El portero del bar es una mujer rubia.
- Que yo mido un metro ochenta, peso 80 kilos, soy cinturón negro de kárate y tengo el pelo rubio.
- La mujer que esta conmigo es levantadora de pesas y es rubia; y
- Que la dama que esta sentada al otro lado de usted es una luchadora profesional y también es rubia.
Y ahora que sabe eso, piénselo cuidadosamente.
¿De verdad todavía quiere contar ese chiste?
El ciego piensa durante un par de segundos, menea la cabeza y contesta:
– Naaa… Pues YA no lo cuento…. NO me gusta tener que explicarlo más cinco veces!
Chistes de bares:
- Cliente novato
- ¿Qué quiere?
- Enano en un bar.
- Pagar la cerveza.
- Pedido equivocado
- Campesino en un bar.
- En este bar todo se pide con rima