En el mundo de los viajes aéreos, a veces, lo inesperado puede dar lugar a situaciones cómicas. En esta historia, nos adentramos en un avión donde un pasajero se enfrenta a la necesidad apremiante de utilizar el baño.
Sin embargo, cuando se encuentra con una inusual oportunidad en el baño de mujeres, su curiosidad lo lleva a descubrir una serie de botones misteriosos que desencadenan experiencias sorprendentes.
Acompáñanos mientras exploramos cómo un momento ordinario se transforma en una aventura inesperada que culmina en un desenlace humorístico e inolvidable.
Baño de mujeres
Estaba un tipo en un avión muy apurado por ir al baño de caballeros, pero estaba ocupado.
Le pidió permiso a la azafata para usar el baño de mujeres que en ese momento, increíblemente, estaba libre.
La azafata le respondió que no había inconveniente, siempre y cuando tuviese cuidado de no salpicar la taza del wáter y que no presionara ninguno de los siguientes botones: SLA, SSA, STA Y RAT.
Así fue que el valiente protagonista, después de aliviarse haciendo «pis» a discreción, sintió una enorme e irresistible curiosidad por saber la función de los 4 botones.
Se sentó con cuidado en el wáter y apretó el primer botón, que tenía un rótulo que ponía «SLA» (Sistema de Limpieza Automática).
Sintió un chorro de agua tibia en sus partes y pensó «es una delicia este baño, ahora comprendo por qué las mujeres se pasan aquí las horas».
Entonces apretó el botón que decía «SSA» y sintió como un chorro de aire caliente le fue dirigido también al mismo lugar, el tipo no se lo podía creer, por lo que accionó el siguiente botón «STA» (Sistema de Talco automático), con lo que hasta su cuerpo llegó la caricia de una nube impregnada de aromático talco, aquello estaba alcanzando alturas hasta ahora insospechadas.
Luego apretó el último botón y perdió la noción de todo. Se despertó y no sabía ni dónde estaba, ni qué hora era, ni cómo había llegado hasta allí.
Se le acercó una enfermera muy amable, que le explicó que estaba en un hospital, que había llegado hacía dos días en estado de shock y que habían conseguido normalizar sus signos vitales.
Y entonces él preguntó:
– ¿El avión tuvo un accidente?
– No, señor, aterrizó normalmente en su destino.
– ¿Qué fue lo que ocurrió entonces?
– Usted presionó el botón «RAT» (Retiro automático de támpax) en el baño de mujeres.
Ah!, me olvidaba, dijo la enfermera, Debajo de la almohada le dejamos su miembro.
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Conclusión
- Este chiste nos introduce a una historia repleta de situaciones cómicas e inesperadas que ocurren en el interior de un avión.
- A medida que el protagonista explora los misteriosos botones en el baño de mujeres, experimenta una secuencia de sensaciones insólitas.
- Sin embargo, el giro final nos revela que sus acciones tuvieron consecuencias inesperadas en el mundo real. La historia ilustra cómo la curiosidad puede llevar a situaciones hilarantes y cómo los malentendidos pueden dar lugar a desenlaces sorprendentes.
- A través de este relato humorístico, nos invita a reír ante los giros imprevistos de la vida y cómo nuestras elecciones pueden tener resultados más allá de lo que imaginamos.
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