Esperando el tren
Una mujer está acostada en su nueva casa cuando repentinamente empieza a vibrar toda la cama y se oye un tren pasar a lo lejos.
La mujer llama inmediatamente al casero y le expone que es imposible vivir allí.
Defendiéndose, el arrendador le explica que la estación está muy lejos, que eso es imposible y que él no tiene ninguna queja de algún inquilino.
Pero como los dos insisten en su posición, al final el tipo acepta ir a inspeccionar:
– Bueno, esto lo podemos comprobar dentro de cinco minutos cuando pase el Talgo Madrid – Irun.
– Pues métase aquí conmigo en la cama y ya verá como vibra.
Total que están los dos mirando al techo.
En eso que llega el marido y dice el casero:
– Si le digo que estoy esperando el tren no se lo va a creer, ¿verdad?