Hombre muy tonto.
Al cruzar por delante de una vidriera, un gallego se ve reflejado en el cristal, lo que provoca que se pase todo el día pensando:
¿De qué conozco yo a ese tío que estaba en la vidriera?, ¿Dónde lo he visto?
Por la noche, ya acostado sigue dándole vueltas en la cabeza y al fin cae en cuenta:
¡Coño, ya lo sé! ¡Es él que se corta el pelo delante de mí en la peluquería!
CHISTES DE GALLEGOS
- Tonto intrigado
- Tengo un mes de atraso
- Gallego en su granja
- Apuesta de gallegos en un bar
- Pintando al canario
- Gallego clavando al revés.