Reunión de negocios
– Va un señor con rumbo a una reunión de negocios muy importante.
– Estalla un neumático de su auto, justo frente a un manicomio.
– El señor toma sus herramientas y baja del auto, saluda a un loco que estaba observando por una ventana.
– El señor quita las tuercas y va a la parte trasera del auto por el repuesto del neumático, pero cuando vuelve no encuentra las tuercas, por lo que no puede poner el repuesto.
– Se preocupa y pone cara de desesperación porque se le hace tarde para su cita de negocios.
– Entonces, después de contarle sus preocupaciones al loco que no ha dejado de mirarlo, se desarrolla esta conversación:
– ¿Conoce usted algún teléfono que pueda utilizar para llamar a una grúa-remolque o a mi mecánico y avisar a mi cliente que estoy un poco tarde?.
– Caballero, por qué se preocupa, esto tiene una solución muy sencilla y no toma mucho tiempo.
– El señor con mucha curiosidad, pero desconfiado pregunta:
– ¿Está seguro de eso? ¿Y cuál es la solución?
– Muy fácil, quite una tuerca de cada una de los otros neumáticos, se las pone al repuesto y puede conducir sin problemas con tres tuercas en cada neumático, hasta que coloque las tuercas que hagan falta.
– Luego de una rápida reflexión el señor dice:
– Pero usted tiene toda la razón.
Dígame, ¿Por qué está usted internado en un manicomio siendo tan inteligente?
– A lo que el loco muy seguro responde:
– Estoy recluido por loco, ¡No por tonto!