Los tres deseos de una anciana
A una anciana de 72 años mientras estaba sentada en una mecedora, al tiempo que acariciaba un gordo y pachorriento gato, se le presenta su hada madrina y le dice:
– He decidido concederte tres deseos, ¿hay algo que tu corazón todavía anhela?
La anciana estaba encantada, y después unos momentos, casi en voz baja, pronunció su primer deseo:
– Quiero ser una mujer rica – pide.
Al instante, su mecedora se convirtió en oro sólido.
La anciana estaba aturdida. Su viejo gato fiel, saltó de su regazo y corrió al borde del porche, temblando de miedo.
La anciana dijo:
«¡Oh, gracias, Hada Madrina!»
– Cual es tu segundo deseo:
– Quiero ser otra vez aquella bella señorita que fui.
Al instante, su deseo se hizo realidad, y su hermoso rostro juvenil regresó, el vigor y la vitalidad largamente olvidados comenzaron a recorrer su alma.
Entonces el Hada Madrina dijo:
Tienes un último deseo más, ¿Qué vas a desear?»
– Quiero que mi gato se convierta en un hermoso y apuesto príncipe azul.
Al instante el gato se convirtió en un joven musculoso de facciones perfectas y ojos azules como el océano se le acerca a su «Dueña», le acaricia la frente y le dice:
– Seguro que ahora te vas a arrepentir de haberme castrado.